El 8 de febrero de 37 de la era Juche (1948) se proclamó a todo el mundo la fundación del Ejército Popular de Corea, primera fuerza armada regular revolucionaria en nuestro país.
El mismo día tuvo lugar su desfile militar y el Presidente Kim Il Sung, en su discurso, señaló así:
“Compañeros oficiales, clases y soldados del Ejército Popular de Corea;
Queridos compatriotas:
Al celebrar hoy el segundo aniversario del establecimiento del Comité Popular de Corea del Norte, genuino poder del pueblo, proclamamos la fundación del Ejército Popular de Corea, primeras fuerzas armadas regulares del propio pueblo en la historia de Corea. Después de la liberación, el pueblo coreano, que había estado sujeto a toda clase de persecuciones y represiones bajo las bayonetas de los imperialistas japoneses, tomó el poder en sus manos e inició la creación de una nueva vida feliz, y ahora tiene su propio y legítimo ejército regular, que defiende a la patria y a la nación.”
El 8 de febrero fue un día de evento histórico en que se materializó satisfactoriamente el anhelo del pueblo de tener su fuerza armada poderosa y regular y se preparó la firme garantía de defender fidedignamente la dignidad de la patria y la nación.
La fundación de un ejército regular y poderoso se presentaba como tarea urgente e importante en convertir nuestro país en Estado completamente independiente y soberano, a raíz de la liberación nacional (15 de agosto de 1945).
En aquel tiempo la situación del país era muy complicada. Por otra parte los fraccionalistas serviles a las grandes potencias, utilizando sofismas de la imposibilidad de construir un ejército regular sin la ayuda de los países extranjeros, opusieron su institución encubierta y abiertamente.
A pesar de todo, el Presidente, con la voluntad invariable de autodefensa, impulsó enérgicamente la labor de cosntituir por su propia cuenta el ejército regular revolucionario.
El 20 de agosto de 34 de la era Juche (1945) pronunció ante los cuadros militares y políticos el discurso “Sobre la construcción del Partido, el Estado y las fuerzas armadas en la patria liberada” en términos siguientes: “Para que nuestro país sea un Estado totalmente soberano e independiente tenemos que organizar nuestro propio ejército nacional, un ejército tan poderoso que sea capaz de defender al país y a la nación y salvaguardar las conquistas de la revolución.”
En la patria liberada él dirigió sabiamente la labor de construir el ejército.
Para ello seleccionó el terreno de la Escuela de Pyongyang a fin de formar a cuadros necesarios para la construcción del ejército regular y prestó profunda atención a la enseñanza y la educación de la Escuela Central de Cuadros de Seguridad y otras bases de formación de cuadros militares y políticos, así como organizó las tropas de varias armas incluyendo el tanguista y el artillero y continuó incesantemente la visita de trabajo para resolver por su propia cuenta el problema de pertrechos.
Como resultado, durante corto tiempo desde que se liberó el país pudo prepararse la firme base de la construcción de fuerzas armadas regulares revolucionarias y fundarse el EPC.
Por contar con el 8 de febrero de hace 75 años pudo existir la gran victoria en la Guerra de Liberación de la Patria durante la década de 1950, el triunfo sucesivo en el enfrentamiento aguda contra las fuerzas imperialistas durante el decenio de 1990 y la actualidad de que nuestra República avanza hacia nueva victoria manifestando su ímpetu invencible.
Postar um comentário
Não vou emitir um endereço de e-mail. Comentários imorais serão excluídos.