Al entrar en el reparto Songhwa recién construido en la ciudad de Pyongyang el año pasado, se ve a la primera vista el rascacielos de 80 pisos, que puede considerarse como su edificio simbólico.
Cuando se erigió el rascacielos de 70 en el reparto Ryomyong, la gente soltó gran admiración diciendo que se trataba del edificio de viviendas más alto en el país.
Pero, solo cinco años después desde entonces, se levantó otro más alto, o sea, de 80 pisos en el reparto Songhwa.
He aquí la razón inolvidable.
El Secretario General Kim Jong Un, reiterando la necesidad de construir el edificio de 80 pisos en la zona de viviendas para 10 mil familias en Songhwa de la ciudad de Pyongyang, hizo averiguar el estado geológico de la zona y aumentar en 20 el número de pisos del edificio simbólico planeado como 60.
Los militares del Ejército Popular de Corea, acostumbrados a materializar su noble idea a costa de la vida, desplegaron una enérgica campaña constructiva y por fin concluyeron de modo excelente la obra.
De veras, la obra no fue nada fácil como decir, porque el edificio ocupaba más de 160 metros cuadrados de área construida, necesitaba excavar más de 102 mil metros cúbicos de tierra y apisonar la base con hormigón de 34 mil metros cúbicos. Especialmente la estructuración del rascacielos para cerca de 900 familias era el enfrentamiento de voluntad destinado a superar disímiles dificultades bajo el calor canicular y, a la vez, una carrera enconada contra el tiempo.
La obra de su cimentación fue realmente un combate contra la naturaleza rigurosa. Nos referimos a la lluvia que cayó desmesuradamente.
La tierra mojada les imposibilitó aplicar debidamente siquiera las máquinas constructivas a la cimentación. Para colmo brotó el agua de la fuente. Pero ningún obstáculo doblegó la confianza y la voluntad de los constructores militares.
Su meta fue única, es decir, no cesar la excavación hasta que apareciera la roca natural.
Por fin apareció el suelo de roca natural.
Con respecto a este milagro, los ancianos nativos de la zona de Songhwa expresaron su asombro en términos siguientes: “No sabíamos de veras que bajo esta tierra donde vivimos durante decenas de años se encontraba la roca natural tan grande como esta. Los constructores militares nos dieron a conocer el peso de este edificio en que nuestro pueblo disfrutará de la felicidad.”
El rascacielos de 80 pisos, de importancia simbólica en el reparto Songhwa, constituye un monumento conmemorativo, fruto del amor caluroso al pueblo del Secretario General.
Desde este rascacielos prevemos el futuro más brillante, o sea, la altura de la civilización y la felicidad que gozará nuestro pueblo gracias al amor del Secretario General.
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